REPORTAJE: "LA VIOLENCIA DENTRO DEL DEPORTE"
El deporte es uno de los fenómenos más populares de nuestro tiempo. Es en él dónde se producen y expresan algunos de los grandes valores de la sociedad de hoy en día.
Quizá el mejor ejemplo de integración social a través del deporte lo encontremos en la organización de competiciones para discapacitados físicos y sensoriales, que tienen su máxima manifestación en la celebración de los Juegos Paralímpicos, en los IX Juegos celebrados en Barcelona el eslogan de "Deporte sin límites", fue muy significativo en cuanto a la integración social porque por un lado "dio énfasis a la variedad de limitaciones superadas por tantos individuos y fue un reconocimiento de todos aquellos que se propusieron un reto y fueron capaces de participar en el deporte de alto nivel, señalándose la necesidad de seguir luchando por la conciencia social en todo el mundo, con el objeto de conseguir la integración de los ciudadanos impedido a través del deporte y las actividades de alta competición., por lo que la realización de estos juegos Paralímpicos han servido para realizar pruebas excepcionales para la superación de difíciles barreras y graves limitaciones, como ocasión única y trampolín hacia la realización de las personas, así como escenario abierto sobre el que mostrar niveles importantes de entusiasmo, energía, confianza, audacia, coraje, habilidad y destreza.
En la actualidad debido a la gran importancia que ha adquirido el deporte como fenómeno social cualquier acto violento cobra una importancia es inigualable a tiempos anteriores pero es indudable que en nuestros tiempos el deporte es mucho mas "civilizado" que en épocas anteriores. Ejemplos de ello son las competiciones que se llevaban a cabo en la antigua Grecia como el Pancracio en el cual estaba todo permitido excepto meter los dedos en los orificios corporales y la actitud del publico debía ser controlada.
Sin embargo la problemática de la violencia vinculada a los espectáculos deportivos no es novedad, pues esta ligada directamente al consumo de sustancias ilícitas, lo cual ha provocado un aumento del número y del grado de violencia de estos episodios, los que son en todos los casos rechazados por toda la sociedad.
Partiendo de una definición muy amplia de violencia en el deporte, "infligir voluntariamente daños físicos o de otro orden a personas u objetos relacionados directamente con encuentros deportivos, pueden considerarse en detalle una serie de prácticas que implican violencia, no sólo física sino también moral. Los juegos olímpicos de Berlín, 1936, estuvieron, por ejemplo, relacionados sobre el nazismo totalitari y completamente racista. Aunque entonces no se registraron víctimas, dichos juegos pueden considerarse como una manifestación de violencia
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La palabra "violencia" designa casi siempre contactos físicos inaceptables, la infracción de las reglas que llega hasta la agresión fuera del terreno de juego. Por lo que la violencia es un fenómeno muy complejo, que podría entenderse como toda expresión de fuerza mediante la cual se amenaza o hiere a alguna persona, representando entonces una respuesta que se fundamenta en el miedo e impone el criterio del agresor, sometiendo por la fuerza la voluntad de los demás sin tomar en cuenta sus sentimientos o las consecuencias que se derivan de tales actos. Este modo es empleado para dominar o eliminar y es aplicable en contra de las personas en forma física, psicológico, contra el ambiente o contra la propiedad, sin dejar de ver otros aspectos como las presiones sobre los árbitros, la corrupción, que daña la salud del deportista, son también formas de violencia.
Se consideraba a los medios de comunicación culpables de las actitudes violentas debido "a la excesiva atención que en algunas ocasiones conceden a las muestras de este comportamiento vergonzoso". La Comisión creía que la lucha contra la violencia debía tener lugar en el contexto general de lucha contra la violencia creciente en la sociedad.
La directiva exigía que junto al enfoque represivo de la violencia en el deporte se ejerciera en la enseñanza y la educación preventiva enfocada a difundir en la mentalidad de los jóvenes un rechazo hacia la violencia. Y sobretodo, dirigir a padres, educadores y profesores de deporte campañas informativas, que incluyen a la mentalidad pública en la necesidad del juego limpio en el deporte y en la sociedad en general.
En el campo deportivo se entiende la violencia como acciones efectuadas por un individuo o un conjunto de ellos, transgrediendo por la fuerza o por interpretación falsa de lo establecido o escrito en una ley, incluido en ello el comportamiento desleal, utilización ilícita de la fuerza, las trampas o violaciones de la reglamentación deportiva y todo aquello que, infringiendo el sentido de la norma, pretenda una obtención ilícita del triunfo. La violencia deportiva se manifiesta de distintas formas y grados, dependiendo siempre de las circunstancias que rodean el acto deportivo y según la reglamentación, ya que en algunos casos, como el boxeo, el karate y el judo, entre otros; no sólo se permite la agresión física sino que también se le estimula y es condición necesaria para la obtención de la victoria, manteniendo siempre un límite de control a través de ciertas reglas que impiden que el enfrentamiento alcance una violencia desproporcionada. Con el deporte ocurre como en cualquier otra situación en la que se producen enfrentamientos de intereses, los actos de violencia pueden estallar con mayor o menor frecuencia y con mayor o menor intensidad dependiendo de variados factores culturales y sociales. Siendo la violencia en el deporte un fenómeno social sumamente complejo, desde el punto de vista de las interacciones sociales y el comportamiento de las masas, pueden ser diversas y variadas las causas que la motivan y promueven.
Estan los hechos violentos tienden a ser mayores en la medida que aumenta la presión competitiva en los deportes, sea porque quienes lo practican compiten por recompensas como una remuneración económica o el honor de ganar un trofeo, sea porque los grupos locales o nacionales a quienes representan los presionen para ganar. La importancia de la victoria se incrementará y también lo hará la tendencia de los jugadores a romper las reglas como una táctica deliberada. Como parte de esta táctica, tenderán a usar la violencia indebidamente en aquellas situaciones en que crean que es baja la posibilidad de que los descubran o tras calcular que el riesgo de ser castigados por las faltas cometidas no disminuirá significativamente la posibilidad de conseguir sus objetivos a largo plazo, sean personales o del equipo en general.
Si bien se puede considerar que en el deporte subsiste la violencia, aunque sea controlada, el que se exprese fuera de límites puede depender, entre otras, de: Las condiciones del lugar, composición y distribución de los espectadores, tipo de competencia, la importancia del enfrentamiento, y la dinámica con que se desarrolla, las medidas de prevención tomadas para controlar al público y la relación de los encargados de ese control ante el desarrollo de los acontecimientos, la actuación de los árbitros, los intereses que estén de por medio en el juego, la celebración desproporcionada de la victoria o la venganza por la derrota.